En
la actualidad, las políticas económicas de los países que conforman la
comunidad internacional se orientan hacia el desarrollo de las empresas
nacionales, a través de su expansión hacia nuevos mercados en un contexto de
libre competencia. Para afrontar este desafío, el sector productivo peruano
necesita contar con parámetros de excelencia. La frase "Hecho en el
Perú" debe ser sinónimo de calidad. Pero ya no la calidad que el Estado o
el gobierno de turno escogen como "la mejor", sino aquella premiada
por los consumidores. Este esquema busca las condiciones para que el éxito
empresarial guarde relación con la capacidad de las empresas de oír al
consumidor y de responder a sus demandas con eficiencia y competitividad. La
competitividad no es una decisión del gobierno: es un acto de fe del sector
privado en el marco que dicho gobierno propone. Y las normas de libre
competencia buscan dicha confianza. Este contexto implica "oír al
consumidor" y organizar los aparatos productivos a su servicio. La época
en que tenía que "aceptar lo que había" quedó atrás. El mandato de hoy
es que las empresas se ajusten a lo que el consumidor quiere o necesita. ¡Él es
el soberano del mercado! En la lógica de lograr una efectiva protección de los
principios que una economía de mercado implica, en noviembre de 1992 mediante
el Decreto Ley No. 25868 se creó el Instituto Nacional de Defensa de la
Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indicia) como la
entidad encargada de vigilar y promover el correcto funcionamiento de la
economía de mercado en el Perú. El objeto primordial del Indecopi consiste en
promover mejoras en los niveles de competitividad de las empresas y productos
peruanos. La apertura económica ya muestra algunos frutos alcanzados por la
sociedad peruana en esta materia. Si bien todavía queda un largo camino por
recorrer, las colas y los racionamientos tan frecuentes en décadas pasadas han
pasado a ser sólo malos recuerdos. Actualmente, se ha ampliado la variedad de
productos y servicios a disposición del consumidor peruano y éste asiste a
agresivas campañas de competencia entre nuevas marcas que pretenden satisfacer
sus necesidades. El consumidor dejó de ser un mudo testigo y ha pasado a
convertirse en un verdadero protagonista del mercado.
El Indecopi como el
árbitro del mercado
El
Indecopi es ese árbitro que el mercado requiere para funcionar leal y
honestamente en el Perú. No decide quién juega mejor ni qué jugador debe hacer
los goles; garantiza que el juego sea leal y limpio. La decisión de quién juega
mejor y quién mete los goles está en manos del sector privado, de la misma
manera como el partido está en manos de los jugadores. Un buen árbitro cumple
su rol cuando interviene lo menos posible. Una tarjeta amarilla pretende
corregir conductas contrarias a las reglas preestablecidas para que el partido
continúe. El buen árbitro permite que la creatividad y la habilidad afloren en
el juego y, así también, el Indecopi busca que la eficiencia y la imaginación
afloren en el mercado por iniciativa de consumidores y empresarios. El Indecopi
reúne, bajo su competencia, aspectos muy diversos, aunque siempre unidos por el
común denominador de la defensa del consumidor, la tutela del libre mercado y
la protección de las creaciones intelectuales. La promoción de los derechos de
los consumidores es un objetivo primordial en el actuar del Indecopi, ya que la
aplicación estricta de las normas de libre competencia garantiza la posibilidad
de elegir entre productos de calidad a precios competitivos determinados por la
oferta y la demanda y no artificios. Y permite que su voz sea oída, ampliando
la democracia política hacia la necesidad de desarrollo económico.
12.-
Segmentación del Mercado
Es
el proceso que consiste en dividir el mercado total de un bien o servicio en
varios grupos más pequeños e internamente homogéneos.
Todos los mercados están compuestos de segmentos y éstos a su vez están formados usualmente por subsegmentos. Por ejemplo el segmento de adolescentes puede dividirse aún más atendiendo a bases de edad, sexo, o algún otro interés.
Un segmento de mercado está constituido por un grupo importante de compradores. La segmentación es un enfoque orientado hacia el consumidor y se diseñó para identificar y servir a éste grupo.
Todos los mercados están compuestos de segmentos y éstos a su vez están formados usualmente por subsegmentos. Por ejemplo el segmento de adolescentes puede dividirse aún más atendiendo a bases de edad, sexo, o algún otro interés.
Un segmento de mercado está constituido por un grupo importante de compradores. La segmentación es un enfoque orientado hacia el consumidor y se diseñó para identificar y servir a éste grupo.
No
existe una sola forma de segmentar un mercado, es por eso que se deben probar
diversas variables, solas y combinadas, con la esperanza de encontrar la manera
óptima de concebir la estructura del mercado. A continuación se detallan las
principales variables utilizadas para la segmentación de mercado:
Segmentación
geográfica.
Requiere
que el mercado se divida en varias unidades geográficas como naciones, estados,
condados, ciudades o barrios; se puede operar en una o dos áreas, o en todas.
Segmentación
demográfica.
Es
la división en grupos basados en variables demográficas como la edad, el sexo,
el tamaño de la familia, ciclo de vida, nivel de ingresos. Una de las razones
por la que se utiliza éste tipo de segmentación es que las necesidades, deseos
y tazas de uso están a menudo estrechamente relacionada con las variables
demográficas.
Segmentación psicográfica.
Aquí
los clientes se divide en grupos según su clase social, estilo de vida o
personalidad.
Segmentación
por conducta.
En
esta segmentación los clientes se dividen en grupos según sus conocimientos,
actitudes, costumbres o sus respuestas a un producto.
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